lunes, 11 de julio de 2011

Dijimos siempre.


A veces, te levantas y te preguntas...  ¿Merece la pena? ¿Se habrá enfriado? ¿Y si ya no es para siempre? quizás él ya no sienta lo mismo.. quizás ya no me echa de menos, no piensa en mí, no tiene ganas de estar conmigo, haya perdido la ilusión...  quizás ya no me necesite. Entonces te derrumbas poco a poco, eso donde habías puesto toda tu ilusión, tus sueños y proyectos, tus ganas, aquello que creías que era para siempre.. se desmorona poco a poco en tu cabeza... Entonces llega el...  te mira, te sonríe y te da un beso en la mejilla... te arropa entre sus brazos, y oyes latir su corazón... sientes que todo lo que se había desmoronado anteriormente se ha vuelto a montar aún con más fuerza.

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